4 tipos de humedades

Es indudable que los problemas de humedades, a parte de tener un efecto estético (manchas, deterioro de paredes y techos) en nuestras viviendas, también tienen efecto sobre nuestra salud, llegando a favorecer la aparición de hongos, lo que afecta directamente a nuestro sistema respiratorio y nos puede provocar alergias, asma, dolores e incluso enfermedades pulmonares.

Por ello, es imprescindible revisar nuestros hogares en busca de estas humedades para poder atajarlas y evitarnos mayores problemas. En este artículo te contamos cómo detectar las humedades en tu vivienda o comunidad de propietarios y los cuatro tipos de humedades que pueden aparecer.

 

No solo debemos revisar nuestras viviendas, también es necesario e imprescindible que esto se haga en las comunidades de vecinos, puesto que las grietas o fisuras en nuestro edificio causados por una construcción o impermeabilización deficiente pueden dar lugar a estos problemas de humedades tan perjudiciales.

 

En primer lugar, es muy importante saber detectar las humedades de nuestras casas y edificios para poder darle solución lo antes posible. El efecto que más salta a la vista es la aparición de manchas negras o grises y moho, estas manchas pueden aparecer en cualquier lugar (paredes, techos, juntas) y es más patente en lugares húmedos con poca o nula ventilación.

 

Otro de los efectos evidentes es la aparición de un olor fuerte, como se suele decir “huele a humedad”, suele darse en lugares que han permanecido cerrados durante mucho tiempo y están mal ventilados, como garajes, sótanos y trasteros.

 

Las comunidades de propietarios en este caso deben estar pendientes de estos espacios para evitar tanto el deterioro de las paredes y techos como de los materiales que en ellos se acumulan y por supuesto para prevenir la aparición de enfermedades respiratorias provocadas por dichas humedades.

 

También son visibles los efectos en el desconchamiento de la pintura de la pared o del techo, la aparición de muebles podridos, materiales oxidados, etc. Pero debemos tener especial cuidado en los efectos invisibles, como pueden ser la aparición de ácaros y hongos o problemas de salud que en un primer momento no asociamos al exceso de humedad.

 

Una vez hayamos detectado que tenemos un problema de humedades en nuestro edificio debemos diferenciar de qué tipo de humedad se trata.

 

Podemos distinguir entre cuatro tipos diferentes de humedades en función de su origen:

 

  1. Humedades por condensación: Son las más frecuentes y se deben principalmente a la alta humedad ambiental y el vapor de agua, y por la mala ventilación de la estancia. Ahora es el momento perfecto para ventilar nuestras viviendas y demás estancias para evitar que se acumule dicha humedad y también es conveniente un buen aislamiento en las paredes y ventanas para evitar estos problemas.
  2. Humedades por filtración: Suelen tardar tiempo en detectarse ya que son debidas a materiales porosos o estructuras defectuosas que van filtrando lentamente. A veces es difícil detectar su origen. La mejor manera de evitarlo es con una buena impermeabilización de la fachada y la cubierta.
  3. Humedades por capilaridad: Esto sucede cuando el terreno sobre el que está construido el edificio es muy húmedo o los cimientos no están bien aislados, por lo que para evitar estas humedades es necesario impermeabilizar de forma efectiva todo el perímetro del edificio mediante una lámina bituminosa o de material plástico (polietileno o PVC) o drenar el agua del terreno.
  4. Humedades accidentales: Se dan por roturas en tuberías, inundaciones, etc. por lo que se debe detectar dónde está la rotura y repararla. Estas humedades se detectan y se reparan más fácilmente.

 

En conclusión, debemos estar prevenidos ante las humedades aunque vivamos en un lugar más bien seco como es Madrid y no sólo limitarnos a revisar las viviendas, sino que las Comunidades de Propietarios deben revisar sus zonas comunes para evitar males mayores.

En las comunidades de vecinos, ¡cuidado con las goteras!

En primavera contamos con lluvias intermitentes y con ellas, las temidas goteras. Aunque Madrid no es una comunidad autónoma que se caracterice por sus abundantes precipitaciones, eso no nos exime de estar bien protegidos contra sus filtraciones, ya que una mala impermeabilización de una cubierta nos puede crear muchos problemas, y más si vivimos en una comunidad de vecinos.

 

Debemos tener en cuenta que, debido al cambio climático, estamos viviendo unos fenómenos meteorológicos nunca antes vistos y debemos estar preparados para todas las inclemencias que se puedan producir antes de que sea demasiado tarde, por lo tanto, aprovechar la llegada del buen tiempo para revisar nuestros tejados y cubiertas nos evitará muchos problemas cuando estos fenómenos hagan su aparición.

 

Si vives en un edificio de la comunidad de propietarios y éste no tiene el tejado impermeabilizado correctamente pueden producirse filtraciones de agua que afecten a los vecinos y desembocar en una importante derrama, además de todos los inconvenientes con los seguros, etc.

 

Por tanto, si perteneces a una comunidad de propietarios es conveniente hacer una revisión profesional del estado de la cubierta. Ten en cuenta que las goteras son filtraciones de agua que se producen normalmente a través de los tejados y por distintas causas como puede ser rotura de tejas, mala o nula impermeabilización o desgaste o deterioro de la cubierta o de la tela asfáltica en azoteas y terrazas.

 

Es necesario hacer revisiones periódicas para prevenir esas filtraciones y evitar males mayores como aparición de moho, daños eléctricos, daños en mobiliario, paredes, madera, hundimientos, etc. que no solo provocan daños materiales sino también pueden producir daños físicos y para nuestra salud.

 

Si las goteras ya han hecho su aparición en la cubierta de tu comunidad de propietarios, es muy importante ponerse en contacto lo antes posible con profesionales que analizarán el origen del problema y nos darán una solución, además de contar con todas las medidas de seguridad y protección de obligado cumplimiento y prestando un servicio con todas las garantías posibles.

 

Para reparar la gotera lo primero que se debe hacer es localizar de dónde proviene y para ello el equipo de Cubiertas Sierra se encarga, entre otras labores, de provocar una lluvia artificial (mediante una manguera por ejemplo) desde fuera del edificio y por dentro iluminamos con una linterna o similar para ver los puntos exactos de filtración de las gotas de agua.

 

Una vez localizada la gotera procederemos a su reparación de forma definitiva por lo que deberemos impermeabilizar la cubierta y para ello deberemos tener en cuenta de qué tipo de cubierta se trata (si es o no transitable, etc.), limpiar muy bien el tejado ya que en él se acumula basura arrastrada por el viento, hojas, ramas, nidos, etc.

 

Cuando ya hayamos limpiado el tejado procederemos a impermeabilizar y aislar la cubierta y el proceso dependerá del tipo de cubierta o tejado que tengamos (cubiertas invertidas, tejados de teja, a dos aguas, azoteas, terrazas, etc.)

 

Debemos aprovechar el buen tiempo para hacer una revisión y mantenimiento de nuestros tejados y cubiertas y en el caso de las comunidades de propietarios, como ya hemos remarcado anteriormente es aún más importante no esperar a que se produzcan las goteras, siempre será más rápido y económico tener una partida en el presupuesto de la comunidad para revisión y mantenimiento de cubiertas que no tener que hacer frente a una derrama para la localización y reparación de la gotera, ya no solo el exterior del edificio sino también el interior puesto que al filtrarse dentro de las viviendas será necesario que se repare el interior de la vivienda, paredes, pintura, etc., sin tener en cuenta si además se ha estropeado algo más.

 

Seamos previsores y no esperemos a que aparezcan las temidas goteras en la comunidad de propietarios para revisar nuestras cubiertas y tejados.

3 claves para un correcto mantenimiento de tejados

Las cubiertas de los edificios son una parte fundamental de éstos ya que son la protección de la estructura de cierre, son el cerramiento superior de los edificios y tienen como función principal proteger su interior de las inclemencias meteorológicas externas.

 

Los techos y tejados además actúan como canalizadores de aguas y son el principal elemento de estanqueidad y protección.

 

Por tanto, las cubiertas y tejados actúan a modo de escudo ante las inclemencias climáticas (lluvia, viento, nieve, etc.) y deben estar correctamente impermeabilizados. En anteriores artículos puedes consultar qué tipos de materiales impermeabilizantes existen y cuáles son más adecuados en función del tipo de tejado o cubierta que tengamos.

 

Así que es evidente que, a parte de una buena impermeabilización,  un buen mantenimiento es fundamental para evitar grietas, roturas, caída de tejas y formación de humedades, filtraciones y goteras en el interior.

 

Si no mantenemos correctamente las cubiertas y tejados se pueden producir además acumulación de suciedad, deterioro rápido de materiales, atascos en canalones, etc.

 

Las 3 claves para un correcto mantenimiento son:

 

  • La realización de revisiones periódicas (de al menos una vez al año y por profesionales).
  • La reparación inmediata de los pequeños desperfectos (como roturas o desplazamiento de tejas y sustitución de éstas, limpieza de canalones, limpieza de la suciedad derivada de las aves, el musgo, hongos o plantas).
  • La revisión del estado de las juntas, poniendo especial atención en los puntos críticos como son las ventanas en tejados y las chimeneas.

 

Y por supuesto, el uso de los materiales adecuados para cada tipo de cubierta y aplicado por profesionales correctamente puesto que muchas veces encontramos que los problemas de tejados y cubiertas son debidos, a parte de la no revisión periódica de su estado o la falta de limpieza y mantenimiento de éstas, a la incorrecta utilización de los materiales o al uso inadecuado de éstos, o porque no se ha tenido en cuenta el tipo de cubierta o tejado a la hora de escoger dichos materiales o porque no se ha aplicado siguiendo las indicaciones, ya sea por desconocimiento, por falta de experiencia o por una mala recomendación.

 

También debemos tener en cuenta que este tipo de trabajos se deben realizar con las medidas de protección y seguridad adecuadas y siempre recomendaremos que se hagan o por un experto o bajo su supervisión, puesto que antes de ponernos a trabajar en una cubierta o tejado debemos  conocer de qué tipo de cubierta o tejado se trata, de qué material está hecha, qué medidas e inclinación tiene, qué materiales vamos a necesitar para su reparación o mantenimiento (taladros, utillaje), que accesos a la cubierta o tejado tenemos y qué vamos a necesitar para acceder a ellos, conocer con qué medidas de seguridad contamos, la necesidad de señalizar que estamos realizando trabajos en el edificio, etc.

 

Nunca debemos realizar estos trabajos en solitario puesto que se puede producir una situación de emergencia y es indispensable contar con otra persona que pueda ayudarnos o pedir ayuda si fuera necesario.

 

También hay que tener muy presente las condiciones meteorológicas que se dan o darán en el momento de acceder a la cubierta o tejado ya que si se producen rachas de viento fuertes no es recomendable proceder a realizar este tipo de trabajos, siempre debemos intentar minimizar los riesgos.

 

Y como siempre, recomendamos encarecidamente acudir a profesionales que cuenten con la experiencia, materiales y medidas de seguridad adecuados para realizar este tipo de trabajos o que puedan asesorarnos adecuadamente para proceder a la realización de estos trabajos.

 

Pasos para tener en buen estado una cubierta en la comunidad de propietarios

El tiempo y las condiciones meteorológicas adversas son las principales causantes del deterioro de las cubiertas en las comunidades de propietarios, por lo que es muy importante realizar acciones correctivas para mantenerlas en buen estado, evitar males mayores y elevados costes de reparación que pueden derivar en una gran derrama para la comunidad.

 

Por tanto debemos estar atentos a las anomalías en las cubiertas de una edificación porque un daño menor puede derivar a la larga en un daño con graves consecuencias para la comunidad de propietarios.

 

Es importante seguir estos consejos para mantener las cubiertas en buen estado:

 

  • Mantener las cubiertas limpias y libres de objetos, no usarlas como almacenes, limpiar hojas, basuras, etc.
  • Evitar estancamientos de agua que den lugar a filtraciones en la estructura.
  • Tener los canalones que recogen el agua de la lluvia, libres de objetos y residuos.
  • Estar alerta ante la aparición de grietas. Si se dan en la superficie de la cubierta se puede reparar con una membrana impermeabilizante o con láminas de elastómero.
  • Si se suceden fenómenos meteorológicos adversos como lluvias fuertes o vientos extremos, conviene revisar las cubiertas.
  • Inspeccionar y revisar mínimo una vez al año la cubierta para hacer un trabajo preventivo.
  • Limpiar las tejas mínimo una vez al año para eliminar mugre, sustancias oxidantes o represiones de agua.
  • Una vez se han realizado actividades en la cubierta (instalación de antenas, aires acondicionados, etc.) es conveniente revisar la cubierta en busca de grietas y otros daños.
  • Comprobar si hay desplazamientos constantes sobre la cubierta ya que nos ayudará a conocer dónde se crean rutas específicas para después poder colocar estructuras adicionales que soporten el tráfico.

 

Podemos hacer dos tipos de mantenimientos:

  1. Preventivo: revisar, ajustar y limpiar tejas, equipos y componentes de la instalación con el fin de prolongar su vida y maximizar su eficiencia.
  2. Correctivo: reparar los daños causados en la cubierta y se clasifican en función de su urgencia ya que pueden ser:
    1. Normal: son acciones planeadas.
    2. Urgente: tienen una alta prioridad.
    3. Muy urgente: cuando son incidencias muy graves que afectan a la operativa de la edificación e implica riesgos.

 

Y en función del tipo de cubierta y del material del que esté compuesta podrán aparecer diferentes problemas:

 

  1. Cubiertas planas→  en función de su acabado:
    1. Acabado en tela asfáltica:
      1. Desprendimientos de solapes, refuerzos y otros puntos en la cubierta
      2. Envejecimiento y deterioro del material
      3. Deterioro del encuentro de la tela asfáltica con los elementos salientes o los sumideros
    2. Acabado en baldosas:
      1. Desprendimiento de baldosas
      2. Hongos por humedades
      3. Deterioro en las juntas de solado
    3. Acabado en grava:
      1. Rotura de la lámina de protección
      2. Pérdida de grava
      3. Hongos por humedades
      4. Desprendimiento de los solapes

 

  1. Cubiertas inclinadas→  en función de su acabado:
    1. Acabado en chapa:
      1. Deterioro de los puntos singulares de la cubierta; como canalones, cumbrera, etc.
      2. Envejecimiento de la tornillería y anclajes
      3. Deterioro de machiembrados y tapajuntas
    2. Acabado en teja:
      1. Deterioro de los puntos singulares de la cubierta como canalones, cumbrera, etc.
      2. Humedades y moho entre tejas o canalones
      3. Desprendimiento o rotura de tejas

 

Otros daños que pueden aparecer en las cubiertas son:

  • Goteras que podrían producir cortocircuitos
  • Humedades que perjudiquen materiales y estructuras
  • Peligros de desprendimientos o derrumbamientos
  • Atascos en zonas de ventilación para la liberación de gases.

 

Tenemos diversos sistemas de reparaciones de cubiertas como las láminas, EPDM, caucho clorado, membranas líquidas, etc.

 

Para conocer cuál es el sistema que mejor se adapta a nuestra cubierta es importante contar con profesionales que nos aconsejen cuál es la mejor opción y puedan realizar el trabajo, tanto preventivo como correctivo. Se deben revisar periódicamente las cubiertas para evitar filtraciones u otros daños que puedan perjudicar tanto la estructura del edificio como a la salud de los habitantes del edificio debido, por ejemplo a la aparición de moho.

Limpieza de chimeneas, ¿por qué es necesaria y cuándo llevarla a cabo?

Las chimeneas son elementos que aportan calidez y dan vida al hogar, logrando resultados de confort. Con el fin de que estas sensaciones agradables no se conviertan en problemas, es importante tener en cuenta algunos aspectos si tienes chimenea en casa.

El porqué de que hablemos de la limpieza de chimeneas está relacionado con la seguridad del lugar donde ésta se encuentre, sea una vivienda particular o una comunidad de propietarios, así como el bienestar de las personas que allí habitan.

El uso de las chimeneas, con la combustión de carbón y maderas, genera una sustancia llamada creosota; que poco a poco queda adherida a las paredes del conducto de la salida de humos de la chimenea y en el mismo cubículo donde echamos la madera. Esta sustancia además de ser perjudicial para la salud, es altamente inflamable, y puede llegar a provocar incendios o impedir el correcto funcionamiento de la chimenea.

Es por ello, que por lo general se recomienda llevar a cabo una limpieza en profundidad de la chimenea al año, y cada semana o quincenalmente, realicemos una limpieza superficial con el fin de evitar la acumulación excesiva de creosota.

¿Qué hacer para mantener tu chimenea limpia?

Te aconsejamos dos métodos:

  • Prevención. Procura no encender el fuego de tu chimenea utilizando papel, así evitaras en cierto modo que se generen sustancias inflamables y tu chimenea será más fácil de limpiar. Para sustituir esos trozos de papel o ese periódico viejo, utiliza pastillas de encendido que sean específicas para chimeneas o trozos de madera de tamaño mediano o pequeño.
  • Limpieza superficial. Puedes utilizar una herramienta llamada erizo que deberás introducir en el tubo de tu chimenea para raspar las paredes eliminando al menos una parte de los residuos. Por otro lado, existen productos químicos especializados que puedes quemar en tu chimenea y que despegarán las sustancias inflamables de las paredes, para que únicamente tengas que retirarlas con un cepillo.

Si bien esto es algo sencillo y que debe hacerse con cierta periodicidad, es de vital importancia una limpieza más a fondo de tu chimenea anualmente.

En los datos recogidos por las brigadas de bomberos en lo referente a las causas de los incendios en viviendas y zonas urbanas,  un alto porcentaje resulta ser debido a las sustancias inflamables que se acumulan en las chimeneas y que no se limpian, lo que provoca un mal funcionamiento de las mismas y como última consecuencia, en ocasiones, se producen incendios.

Desde Cubiertas Sierra, te recomendamos que al menos una vez al año contrates un servicio de deshollinador profesional que mantenga tu chimenea o la de tu comunidad de propietarios limpia para que tu familia esté segura.

El proceso de limpieza que realiza un deshollinador es más detallado y profundo, consiste en varias fases:

  1. En primer lugar, lo que se busca es proteger el mobiliario y los alrededores de la chimenea con plásticos o papeles para que todos los residuos que irán cayendo del tubo de la chimenea no dañen ningún objeto del hogar.
  2. Una vez se ha protegido la zona, se retiran las cenizas que suelen quedarse a simple vista en la chimenea después de un fuego.
  3. A continuación, se coloca un plástico en la boca de la chimenea dejando únicamente un agujero en el centro por el que se introducirá el erizo para frotar las paredes y que queden lo más limpias posibles.
  4. Por último, se aspiraren los restos con un aspirador de hollín y se comprueba el funcionamiento de la chimenea.

Tener una chimenea en casa la hace un lugar más cálido y confortable, además de un lugar de reunión extraordinario. Por eso, no debes olvidarte de la importancia de mantenerla limpia a lo largo de los inviernos y de realizar una limpieza en profundidad al menos una vez al año tras la temporada de frío.

 

Qué hacer cuando aparece una humedad: Cómo prevenirlas, detectarlas y eliminarlas

Las humedades son un inconveniente que puede resultar no solo en caras reparaciones sino también en problemas de salud. Por ello, es importante saber cómo detectarlas de manera temprana con el objetivo de evitar que vayan a más. Las humedades pueden originarse por diversas causas y debemos saber en primer lugar de dónde vienen para saber cómo actuar.

Aunque lo más habitual es pensar que las humedades vienen de factores exteriores, no siempre es así. La condensación es una causa muy frecuente y se produce por los cambios de temperatura. Por ejemplo, al ducharnos el vapor del agua caliente se queda en los azulejos, y pasado el tiempo se convierte en gotas de agua. Lo mismo ocurre con la humedad ambiental y el contraste de temperatura. A veces, cuando en el exterior hace frío y en casa tenemos puesta la calefacción aparecen unas pequeñas gotitas en las ventanas y eso es lo que a largo plazo, provoca las humedades.

Las filtraciones de agua, otra de las causas de las humedades, vienen provocadas por paredes y muros que no están bien aislados frente a las lluvias, sobre todo, en zonas que se caracterizan por ser especialmente húmedas (cerca del mar, ríos o de clima húmedo).

¿Qué viene después de las humedades?

Las humedades provocan problemas de muchos tipos. Por lo general, lo primero que se perciben son los desperfectos físicos en la vivienda. Pueden aparecer manchas en las paredes, hongos e incluso ácaros y un fuerte mal olor.

Sin embargo, además de los desperfectos que se pueden percibir a simple vista, quizá los problemas más importantes son los que provocan sobre la salud de las personas.

En este sentido, aquellos que tengan dificultades respiratorias o afecciones como el asma, así como personas vulnerables como pueden ser personas mayores y bebés son los más expuestos a los problemas que puede derivar tener humedades en casa.

¿Cómo detectar las humedades y evitar que se extiendan por el hogar?

En algunos casos, se puede incluso evitar su aparición siguiendo una serie de sencillas pautas. La ventilación de zonas en las que se pueda condensar el agua de manera frecuente puede ser una buena manera de reducir su aparición, al igual que puede serlo tender la ropa fuera de la vivienda o la colocación de extractores de aire para evitar la condensación.

Sin embargo, si las humedades se están provocando por las filtraciones de agua mediante muros, paredes o tejados, la ventilación no será suficiente. En este último caso, la solución más efectiva es la realización de una obra para poder aislar el foco de humedad, eliminarlas y prevenir que se sigan produciendo.

Si bien es una solución compleja en algunos casos, una vez realizada no tendrás por qué volver a preocuparte de la aparición de humedades en la zona afectada.

Resulta fundamental, sobre todo desde el punto de vista de la salud, evitar que las humedades se produzcan y en caso de producirse actuar sobre ellas rápidamente para evitar además problemas físicos en la vivienda. Además, habrá que valorar el problema de humedades según la zona afectada del hogar, puesto que no es lo mismo un aseo o el garaje que la habitación donde dormimos.

Al fin y al cabo, las humedades pueden tener distintos orígenes, pero el seguir estas pequeñas pautas para intentar evitarlas puede resultar eficaz. Una vez las humedades han aparecido, lo primordial es identificar su origen y una vez identificado su origen ver cómo queremos actuar frente ellas en la mayor brevedad posible.

Limpieza de canalones: cuándo y cómo se lleva a cabo

Los canalones suelen ser parte de la estructura de las viviendas y edificios desde su construcción. Sin embargo, no por eso hay que descuidarlos y es importante estar pendientes de realizar un buen mantenimiento de los mismos.

La finalidad de estos elementos del tejado que rodean las cornisas y los edificios, es recoger el agua de las lluvias y conducirla a sumideros o drenajes, ofreciéndole una salida adecuada, para que no se filtre por zonas donde podría causar problemas de humedades y filtraciones.

En el momento en que los canalones dejan de hacer su función por encontrarse obstruidos o presentar grietas, es cuando pueden aparecer problemas de filtraciones de algún tipo. Además de esta función, los canalones también previenen la suciedad en las fachadas y evitan que el agua salpique sobre superficies a las que no les conviene tener contacto.

El mantenimiento de los canalones

La mejor manera de realizar un buen mantenimiento de los canalones para prevenir problemas es su limpieza, preferiblemente antes de las épocas de lluvias, con el fin de prepararlos para cumplir su función. Dicen que siempre es mejor prevenir que curar, por eso si tienes canalones en tu vivienda o edificio, es recomendable que bien antes o después de la época de lluvias revises y asegures que se encuentran en estado óptimo, realizando una limpieza profesional.

Los canalones son estructuras que se colocan en la zona más alta de los edificios y en las terminaciones de los tejados o cubiertas con el objetivo de reconducir el agua de las lluvias, por tanto, subir a los tejados y manipular estas estructuras puede ser peligroso si no lo realiza un profesional.

Si no se lleva a cabo una limpieza adecuada podría producirse la obstrucción por la acumulación de hojas, arena, pelotas.

Estos problemas pueden agravarse y afectar al interior de la vivienda; complicando y encareciendo la solución. Es posible prevenir esto realizando un mantenimiento anual de los canalones.

El deterioro de los canalones, puede llegar a provocar roturas, lo que derivaría en tener que cambiar prácticamente la instalación por completo. Así mismo, el desatasco de un canalón obstruido puede ser en ocasiones complicado.

Se recomienda llevar a cabo una limpieza de canalones justamente los meses previos a que comiencen las lluvias. No obstante, mediante la observación podrás ver cuál es el momento adecuado. Por ejemplo, cuando el agua deja de bajar por los canalones y se desborda, cuando la fachada comienza a estar sucia a causa del agua o si se aproxima la época de lluvias, es el momento de realizar una limpieza de canalones.

Debido a la altura de los tejados, es importante realizar el trabajo de limpieza con seguridad y garantías. Desde Cubiertas Sierra podemos ocuparnos de la limpieza de canalones, el proceso que llevamos a cabo es el siguiente:

  1. En primer lugar retiramos cualquier tipo de residuo que se haya podido quedar acumulado en el conducto (hojas, tierra, etc.)
  2. Una vez retirados los grandes residuos se procede a la limpieza profunda del canalón.
  3. En caso de encontrar los canalones de bajada de las aguas obstruidos, procedemos a desatascarlos con agua a presión.
  4. El sellado y fijado de los canalones es también un parte importante de los trabajos de conservación de los canalones.

En resumen, desde Cubiertas Sierra recomendamos la observación del estado de los canalones y que, ante la duda, procedas a limpiar los canalones de tu vivienda una vez al año para evitar obstrucciones graves, desbordamientos y las filtraciones del agua de lluvia al interior de tu vivienda por un insuficiente mantenimiento de los canalones.

mantenimiento cubiertas

Consejos para mantener las cubiertas en buen estado en tu comunidad de propietarios

Las cubiertas de los edificios son un elemento imprescindible en las comunidades de propietarios. Al fin y al cabo, se trata de la cobertura física que nos refugia ante lluvias, granizado, nieve, cambios bruscos de temperaturas y otras condiciones climatológicas adversas que podrían afectar directamente a nuestra salud. Tanto es así que el correcto mantenimiento de las cubiertas en tu comunidad de propietarios es crucial.

Hay numerosos motivos por los que resulta conveniente cuidar las cubiertas de los edificios. Entre ellos, prevenir problemas graves de filtraciones de agua, de aislamiento del edificio, para así ahorrar costes derivados de reparaciones mayores.mantenimiento cubiertas

Imagínate lo que puede pasar si desatiendes una avería por desconocimiento o simplemente por no tener en cuenta la importancia del mantenimiento de las cubiertas en tu comunidad de propietarios. Las consecuencias higiénicas, de salud y económicas pueden ser graves. Con el fin de evitar estas situaciones indeseadas, te ofrecemos algunos consejos para mantener las cubiertas en buen estado:

  • Utilizar materiales de calidad. En la instalación, el mantenimiento y las reparaciones de las cubiertas, debe garantizarse la utilización de estructuras y materiales de calidad; con el fin de alargar el tiempo en que volverá a ser necesario llevar a cabo acciones de mantenimiento.
    Las tejas, el caballete, la lima y otras piezas utilizadas en la cubierta deben estar compuestas por materiales resistentes y estar dispuestas con una buena sujeción. Por supuesto, los materiales deben ser seguros e impermeabilizantes, con el fin de no suponer ninguna clase de riesgo para la salud de los residentes.

 

  • Realizar trabajos eficaces. En caso de necesidad de reparación o mantenimiento, conviene optar por profesionales expertos. En ocasiones, nos dejamos recomendar por amistades y acabamos contratando personas que hacen trabajos rápidos y baratos, muchas veces con acabados no profesionales que a largo plazo pasan factura.Cuando contrates a alguien para la instalación, el mantenimiento o la reparación de la cubierta, elige profesionales que ofrezcan una trayectoria y ciertas garantías.
  • Prevenir y hacer un seguimiento. Es recomendable ir revisando en qué momentos del año conviene realizar mantenimientos en el edificio, contactar con los expertos y pedir consejo de forma periódica para asegurar el buen estado de las cubiertas.Estar vigilante del estado de las cubiertas en la comunidad de propietarios permitirá prevenir humedades y otros problemas asociados, a la vez que supondrá un importante ahorro de costes.

Además de estos consejos, es importante cuidar nuestro entorno en general, estar atentos para atender las posibles reparaciones o mantenimientos con rapidez, con el fin de prevenir problemas más graves que puedan llegar en un futuro próximo; así como mantener una actitud de buena vecindad en la comunidad de propietarios.

 

Las cubiertas tienen una larga duración si se han instalado correctamente, no obstante es conveniente revisar su estado periódicamente para detectar posibles anomalías y realizar los ajustes que correspondan antes de que sea tarde. De esta forma, podremos evitar gastos imprevistos y garantizaremos la tranquilidad en la comunidad de propietarios.

 

Si crees que en tu comunidad de vecinos necesitáis ayuda para el mantenimiento de las cubiertas, no dudes en contactar con Cubiertas Sierra, estamos a tu disposición.

Mantenimiento cubiertas y tejados

Mantenimiento de mi tejado, por qué es tan importante

Mantenimiento de mi tejado, por qué es tan importante

A la hora de tener un buen mantenimiento de un tejado o cubierta hemos de tener en cuenta una serie de premisas.

Un tejado o cubierta ha de encontrarse en buenas condiciones no solo en temporadas de inclemencias cómo el invierno sino durante todo el año.

El tejado siempre ha de encontrarse en buen estado y para ello es necesario contar con unos mantenimientos esenciales que gracias a ellos dispondremos de la seguridad y el bienestar de nuestra vivienda.

Trabajos que se realizan a la hora de dar un servicio de mantenimiento.

Lo primero y ultimo que se ha de realizar ante de cualquier trabajo en nuestro tejado es una revisión general, de ahí concretaremos qué puntos son las más afectados y podremos garantizar así una eficiente respuesta a dichas problemáticas.

Limpieza general y demolición de todos los desperfectos

Se realizara una limpieza general de todo el tejado en conjunto además de canalones y las bajantes, la retirada de toda la vegetación, las posibles tejas o pizarras rotas o piezas en mal estado como puedan ser los laterales y caballetes cerámicos de hormigón o de chapa. También  en algunos casos el mortero existente. Éste puede haberse dilatado con los cambios de tiempo y los años, para ello se realizara un picado a mano con una retirada de todo el mortero debilitado existente en nuestro tejado.

Colocación de tejas/ pizarras nuevas en buen estado

Todas las tejas o pizarras que se coloquen en el tejado quedaran totalmente fijadas por diferentes tipos de materiales:

Teja: quedaran fijadas bajo una aplicación de espuma de poliuretano especial adhesiva para tejas, las tejas que sobresalen por fuera del alero quedaran fijadas con unos tacos especiales de 60mm al forjado de la cubierta para la máxima seguridad.

Pizarra: para todas las pizarras y sus diferentes tipos, tienen una fijación universal basada en un tipo de gancho que impide que las pizarras queden sueltas por el tejado.

Estos ganchos se fijan en el forjado de la cubierta que puede tener una base compuesta por diferentes tipos tablero aglomerado, rastreles de madera o el mismo forjado compuesto sin ningún elemento secundario dependiendo de la antigüedad del tejado.

Colocación de posibles laterales y caballetes

Los laterales y caballetes tipo teja se fijaran con unos tornillos especiales que irán anclados a un perfil con una aplicación de espuma de poliuretano para garantizarnos la máxima seguridad en su fijación. Estos tipos de remates suelen dar problemas a largo plazo por su peso elevado y por no optar por una fijación adecuada.

Saneamiento de chimeneas

El estancamiento de agua en las chimeneas suele ser muy frecuente debido a que suelen ser puntos con mucha afluencia de agua. Con el tiempo nos pueden generar problemas en el interior de nuestras viviendas. Una solución muy efectiva la cual nosotros ejecutamos es un saneamiento general alrededor de todo el perímetro de la chimenea, aplicando una serie de impermeabilizantes de altas prestaciones garantizando así un buen resultado para un largo periodo de tiempo.

Aplicación de impermeabilizantes

Una de las soluciones más recurrentes a muchos problemas de filtraciones es sin duda la aplicación de un buen impermeabilizante en puntos muy frecuentados por el agua. Existen gran variedad desde donde podemos encontrar numerosos tipos de pinturas, resinas, siliconas y morteros.

Siempre realizamos varias aplicaciones donde más se requiera para obtener la máxima protección en nuestro tejado.

Garantía y durabilidad asegurada

Para mantener su tejado en condiciones óptimas es aconsejable que realice un mantenimiento anual de su tejado.

Con ello garantizaremos que esté totalmente impermeabilizado y todos los elementos y parámetros se encuentren en un buen estado.

De no realizarse ningún mantenimiento de su tejado puede derivar en posibles problemas donde los elementos se encuentren en muy mal estado y tenga que verse obligado a realizar una rehabilitación general de todo el tejado.

Es por ello que siempre aconsejamos que para evitar llegar a ese punto se pueda anticipar y disponer de todos los servicios que nosotros ofrecemos y una amplia garantía en todos nuestros servicios.

Si necesita más información sobre los mantenimientos de tejado o cubiertas puede contactarnos aquí.

Mantenimientos de cubiertas y tejados

Mantenimiento de tejados y cubiertas

Mantenimientos de tejados y cubiertas

Vamos a hablar en esta ocasión de la importancia de hacer un mantenimiento del tejado o cubierta anual, sus ventajas y sus inconvenientes.

Es muy importante que nuestra cubierta o tejado se encuentre en un estado óptimo durante todo el año, quizá más de cara al otoño e invierno donde las inclemencias meteorológicas son más adversas, por lo tanto, tiene un índice mayor de problemas.

Estas adversidades se pueden paliar con una revisión anual y un mantenimiento adecuado del tejado o la cubierta.

¿De qué consta un mantenimiento de un tejado o cubierta?

Para ello podremos reforzar los puntos que se encuentren más debilitados y asegurarnos de que nuestro tejado o cubierta esté óptima para cualquier inclemencia meteorológica.

El mantenimiento general de una cubierta o un tejado cuenta con el saneamiento de todas las tejas, los laterales, caballetes si se necesita su reposición y una aplicación de mortero con fibra de vidrio en general por todo el mortero existente de la cubierta.

También cuidaremos la impermeabilización con acrílicos y polímeros en los puntos donde más se requiera.

En una zona totalmente expuesta a las condiciones climáticas como es una cubierta o un tejado se suelen acumular vegetaciones, suciedad y otra serie de desperdicios.

Todos ello supone un incremento del deterioro de la cubierta y el tejado dando paso a fisuras y filtraciones.

Hemos de prestar especial atención a los canalones y limahoyas ya que cualquier acumulación de material vegetal. restos de tejas, pizarra o mortero que se haya podido desprender del tejado o la cubierta podrá causar un tapón y la no evacuación del agua con las consecuentes filtraciones.

¿cada cuanto se deben hacer los mantenimientos de tejados y pizarras?

Se deben realizar inspecciones periódicas de la cubierta o el tejado.

En ellas hay que verificar que todos los componentes del tejado o la cubierta estén en perfectas condiciones.

El código técnico de edificación (CTE) obliga a que se realicen mantenimientos periódicos entre 1 y 3 años dependiendo de si son:

Limpiezas y correcto funcionamiento de desagües: canalones, sumideros y rebosaderos. En este caso serán anualmente.

Estado de conservación de cubiertas y tejados cada 3 años.

Estado de puntos singulares también cada 3 años.

Como habéis podido leer en este post hacer mantenimientos regulares en tejados y cubiertas aparte de evitarnos males mayores que luego nos afecten más al bolsillo ganaremos en seguridad y en problemas.