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Limpieza de chimeneas, ¿por qué es necesaria y cuándo llevarla a cabo?

Las chimeneas son elementos que aportan calidez y dan vida al hogar, logrando resultados de confort. Con el fin de que estas sensaciones agradables no se conviertan en problemas, es importante tener en cuenta algunos aspectos si tienes chimenea en casa.

El porqué de que hablemos de la limpieza de chimeneas está relacionado con la seguridad del lugar donde ésta se encuentre, sea una vivienda particular o una comunidad de propietarios, así como el bienestar de las personas que allí habitan.

El uso de las chimeneas, con la combustión de carbón y maderas, genera una sustancia llamada creosota; que poco a poco queda adherida a las paredes del conducto de la salida de humos de la chimenea y en el mismo cubículo donde echamos la madera. Esta sustancia además de ser perjudicial para la salud, es altamente inflamable, y puede llegar a provocar incendios o impedir el correcto funcionamiento de la chimenea.

Es por ello, que por lo general se recomienda llevar a cabo una limpieza en profundidad de la chimenea al año, y cada semana o quincenalmente, realicemos una limpieza superficial con el fin de evitar la acumulación excesiva de creosota.

¿Qué hacer para mantener tu chimenea limpia?

Te aconsejamos dos métodos:

  • Prevención. Procura no encender el fuego de tu chimenea utilizando papel, así evitaras en cierto modo que se generen sustancias inflamables y tu chimenea será más fácil de limpiar. Para sustituir esos trozos de papel o ese periódico viejo, utiliza pastillas de encendido que sean específicas para chimeneas o trozos de madera de tamaño mediano o pequeño.
  • Limpieza superficial. Puedes utilizar una herramienta llamada erizo que deberás introducir en el tubo de tu chimenea para raspar las paredes eliminando al menos una parte de los residuos. Por otro lado, existen productos químicos especializados que puedes quemar en tu chimenea y que despegarán las sustancias inflamables de las paredes, para que únicamente tengas que retirarlas con un cepillo.

Si bien esto es algo sencillo y que debe hacerse con cierta periodicidad, es de vital importancia una limpieza más a fondo de tu chimenea anualmente.

En los datos recogidos por las brigadas de bomberos en lo referente a las causas de los incendios en viviendas y zonas urbanas,  un alto porcentaje resulta ser debido a las sustancias inflamables que se acumulan en las chimeneas y que no se limpian, lo que provoca un mal funcionamiento de las mismas y como última consecuencia, en ocasiones, se producen incendios.

Desde Cubiertas Sierra, te recomendamos que al menos una vez al año contrates un servicio de deshollinador profesional que mantenga tu chimenea o la de tu comunidad de propietarios limpia para que tu familia esté segura.

El proceso de limpieza que realiza un deshollinador es más detallado y profundo, consiste en varias fases:

  1. En primer lugar, lo que se busca es proteger el mobiliario y los alrededores de la chimenea con plásticos o papeles para que todos los residuos que irán cayendo del tubo de la chimenea no dañen ningún objeto del hogar.
  2. Una vez se ha protegido la zona, se retiran las cenizas que suelen quedarse a simple vista en la chimenea después de un fuego.
  3. A continuación, se coloca un plástico en la boca de la chimenea dejando únicamente un agujero en el centro por el que se introducirá el erizo para frotar las paredes y que queden lo más limpias posibles.
  4. Por último, se aspiraren los restos con un aspirador de hollín y se comprueba el funcionamiento de la chimenea.

Tener una chimenea en casa la hace un lugar más cálido y confortable, además de un lugar de reunión extraordinario. Por eso, no debes olvidarte de la importancia de mantenerla limpia a lo largo de los inviernos y de realizar una limpieza en profundidad al menos una vez al año tras la temporada de frío.