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llueve sobre el tejado

¿Cómo prevenir y solucionar las goteras?

Las goteras son uno de los principales males con los que nos podemos encontrar en una vivienda. Se suelen producir por el desgaste de los materiales que impermeabilizan el tejado o por fisuras en los materiales que recubren la vivienda. Pero… ¿Cómo prevenir y solucionar las goteras?

 

Otra de las razones por las que aparecen las goteras, sobre todo en edificios con varias plantas, son las roturas de tuberías o los escapes de agua de las mismas, llegando a filtrarse en viviendas ocasionando las temibles humedades y, en el peor de los casos, las goteras.

 

Los arreglos de las goteras pueden llegar a ser muy costosos, ya que pueden afectar a las molduras, suelos o inmobiliario de una casa. Por eso, lo ideal es prevenirlas o solucionarlas lo antes posible, para evitar que el coste sea mayor.

¿Cómo podemos prevenir las goteras?

 

En cualquier edificio o casa la primera medida que debemos tomar es la prevención de las goteras o las filtraciones. Para ellos debemos revisar minuciosamente las partes exteriores de la vivienda.

 

Los principales arreglos se pueden hacer en el exterior de la vivienda, ya sea en tejados o paredes. Lo primero que se debe hacer es identificar grietas o fisuras en el techo de la casa. Una vez tengas esas grietas identificadas ya puedes sellar con un producto específico para que el agua no se filtre más y prevenir así las temidas goteras.

 

Si el problema es una rotura más grande o incluso falta de materiales como tejas, lo ideal es reponer esos materiales por unos nuevos e impermeabilizar la zona con un producto indicado para ello y luego finalizar con una capa de cemento que impida el paso del agua al interior de la casa.llueve sobre el tejado

 

Otro punto que debemos tener en cuenta a la hora de prevenir las goteras son las juntas existentes entre las paredes y los tejados. Si existieran fisuras de pequeño tamaño, se pueden limpiar y después aplicar un producto tapagoteras.

 

No nos podemos olvidar de las puertas y ventanas, otros lugares por donde el agua puede pasar dejando humedades y goteras. Para solucionar este problema se deben sellar los marcos de las ventanas y el cajón de las persianas, para que no quede ningún hueco por el que pueda pasar el agua.

¿Cómo podemos solucionar las goteras?

 

Para poder solucionar los problemas de las goteras primero debemos encontrar la fuente de filtración para poder atajarla. No obstante, poder encontrar la fuente de filtración no siempre es una tarea fácil. Desde el lugar por donde entra el agua hasta el lugar donde aparece la gotera o las humedades puede haber metros de distancia.

 

La solución a las goteras no siempre es una tarea sencilla y rápida, a veces requiere de personal cualificado para realizar este tipo de reparaciones. No siempre se trata de una fisura o grieta fácil de tapar, otras veces el problema es más profundo y puede incluso provenir del diseño de la edificación. Por ello, para solucionar este problema de las goteras tendrás que contar con un equipo con experiencia en estas reparaciones.

 

Otra de las complicaciones a la hora de solucionar las goteras es en el caso de las cubiertas de tela asfáltica y el aislamiento de tejados o terrazas. Puede que no estén bien colocadas o que hayan sufrido algún desgaste y por ahí se filtre el agua produciendo las goteras.

 

Para encontrar y evitar estos problemas lo ideal es hacer una evaluación del estado de los materiales que protegen la vivienda y realizar un mantenimiento periódico. Si es posible es mejor hacerlo antes de la temporada de lluvias aunque también será más difícil de apreciar las ranuras o fisuras por donde se cuela el agua.

 

Desde Cubiertas Sierra realizamos el mantenimiento y la prevención de goteras y humedades en viviendas y edificios. Si necesitas más información sobre cómo trabajamos puedes ponerte en contacto con nosotros.

 

Rehabilita la cubierta de tu comunidad de propietarios con éxito

A menudo confundimos la rehabilitación con la restauración de cubiertas pero son dos conceptos diferentes.

Por un lado, las obras de restauración tienen por objeto la restitución de un cubiertas o parte del mismo, a sus condiciones o estado original.

Por otro lado, las obras de rehabilitación consisten en realizar intervenciones sobre la cubierta para mejorar las condiciones de salubridad y habitabilidad aportando un mayor confort, seguridad u ornato y que modifican su distribución y/o alteran sus características morfológicas y distribución interna.

Entre las obras de rehabilitación encontramos:

  1. Obras de rehabilitación y acondicionamiento: Consisten en mejorar las condiciones de habitabilidad de una cubierta o parte de él modernizándolo o introduciendo nuevas instalaciones o redistribuyendo los espacios.
  2. Obras de rehabilitación con reconfiguración: Son aquellas que eliminan los impactos negativos existentes sin modificar cuantitativamente el volumen de la cubierta mediante pequeñas intervenciones. Por ejemplo, la supresión de limas, la regularización de áticos y buhardillas o la modificación de trazados inadecuados de cubiertas por reorganización de sus faldones.
  3. Obras de rehabilitación con reestructuración puntual: Estas obras solo implican pequeñas modificaciones estructurales. Entre ellas encontramos obras tan comunes como la rehabilitación de estructuras ligeras o vigas de madera.
  4. Obras de rehabilitación de exteriores: Estas obras son las que afectan a fachadas y cubiertas de edificios y modifican su configuración exterior pero no su volumen. En este caso pueden ser, por ejemplo, la implantación de elementos fijos exteriores con o sin afectación estructural, muestras, marquesinas y escaparates, modificación de huecos, ritmos, tratamientos o materiales o la sustitución de los elementos de cierre o sus materiales, entre otros.

Las obras de rehabilitación de cubiertas son importantes porque nos ayudan a solucionar deficiencias y asegurar la seguridad de los inquilinos, pero también mejoran la eficiencia energética de estos como por ejemplo mediante el aislamiento de techos y suelos mediante placas aislantes en el suelo o colocando falsos techos con aislante.

En el caso de las cubiertas, tiene especial importancia su rehabilitación ya que éstas están expuestas a duras condiciones climatológicas y a elementos externos que las hace especialmente sensibles.

Si no se impermeabilizan bien pueden dar lugar a humedades que pueden provocar problemas con el aislamiento térmico del edificio y otros males mayores.

Estas tareas de rehabilitación de cubiertas se pueden realizar tanto desde el exterior como desde el interior del edificio.

Una de las opciones más comunes en este tipo de obras es recubrir los tejados con cubiertas de cobre ya que este material no necesita ni limpieza ni un mantenimiento constante.

Para proceder a Rehabilitar un edificio deben seguirse unos pasos:

  1. Que la comunidad de propietarios esté de acuerdo en el análisis y diagnóstico del estado del edificio para proceder a solicitar información y presupuestos y afrontar la derrama correspondiente.
  2. La empresa o empresas solicitadas deberán elaborar un diagnóstico sobre la situación del edificio mediante técnicos colegiados.
  3. Se deberá elaborar un proyecto con todas las actuaciones necesarias para proceder a la rehabilitación que debe ser realizado por arquitectos colegiados.
  4. Una vez se tenga el proyecto se pedirá presupuesto a diferentes empresas y ser aprobado por la comunidad de propietarios.
  5. En el momento de la aprobación del presupuesto, se procederá a solicitar los permisos y ayudas necesarias para proceder a la rehabilitación.
  6. Con todos los permisos en regla se ejecutará la obra.
  7. Emisión del documento final de aceptación de la obra con la firma por parte del arquitecto.

 

Dada la complejidad del proceso y sobre todo de las consecuencias que podría tener en el edificio un trabajo imperfecto, especialmente en el análisis, es imprescindible contar con la mano de expertos con amplia experiencia en este tipo de rehabilitaciones.

Tipos de impermeabilizantes para cubiertas

Las cubiertas de las viviendas y edificios son las superficies que están más expuestas a sufrir filtraciones de agua, por lo que resulta imprescindible impermeabilizarlas ya que los materiales impermeabilizantes actúan como un paraguas protector sobre la superficie, lo que impide que el agua pase a través de él.

 

Existen numerosos tipos de materiales impermeabilizantes para las cubiertas, que podemos clasificar en cuatro tipos:

  1. Impermeabilizantes metálicos: Se suelen usar puntualmente y son materiales como el plomo, el acero galvanizado, el zinc o el aluminio natural o lacado.
  2. Impermeabilizantes naturales: El más utilizado es el látex y da lugar a:
    1. Clorocaucho: que se mantiene estable a la intemperie, su duración es de más o menos 2 años y se aplica en frío.
    2. EPDM: su duración es mayor, unos 3 años, y también se aplica en frío.
  3. Impermeabilizantes pétreos: Son los que más duración tienen con un mínimo mantenimiento. En este caso encontramos:
    1. Silicona: en estado líquido y con una duración de unos 2 años.
    2. Cementosos: también duran unos 3 años y pueden ser o no transpirables.
    3. Cerámicos: como las tejas, que duran unos 5 años y además son ecológicos.
    4. Fibrocemento: es un derivado del cemento con fibras de vidrio de refuerzo. Es el material más duradero, sobre unos 50 años.
  4. Impermeabilizantes sintéticos, entre éstos, encontramos:
    1. Resinas poliméricas: se aplican en caliente.
    2. Resinas acrílicas: se aplican en frío.
    3. Resinas Epoxi: en frío.
    4. Poliuretano: en frío.
    5. Láminas impermeables transpirantes: compuestas por un tejido plástico formado por fibras que hacen de cortavientos.
    6. Telas asfálticas: están indicadas para las impermeabilizaciones bituminosas.
    7. Impermeabilizante nanotecnológico: es el material más novedoso ya que está realizado con una formulación a escala atómica que garantiza la estanqueidad y la transpirabilidad.

En el mercado podemos encontrar muchos materiales impermeabilizantes pero debemos distinguir entre todos los que existen, los que son mejores y más adecuados para nuestras terrazas, cubiertas y azoteas.

Tenemos muchos materiales distintos por lo que vamos a centrarnos en los más comunes:

  • Membranas líquidas: Se aplica una primera capa de imprimación y a posteriori varias capas de polímeros. Tienen una buena durabilidad y son muy flexibles.
  • Membranas de poliuretano: funcionan mejor en superficies a la intemperie pero son muy sensibles a la humedad. Su característica principal es la flexibilidad.
  • Impermeabilizantes elásticos: Están elaborados a base de co-polímeros acrílicos y proporcionan una elevada elasticidad, por lo que son muy resistentes a dilataciones y contracciones.
  • Impermeabilizantes asfálticos: Están compuestos por poliéster, agua emulsionada y fibras de vidrio que aportan mayor resistencia y durabilidad al sistema.
  • Impermeabilizantes cementosos: Se caracterizan por ser altamente resistentes a la intemperie, lo que hace que sean muy versátiles y propicios tanto para climas templados como para fríos. Otras de sus características principales son que evitan la aparición de salitre, lo que los hace ideales para las cubiertas, terrazas y azoteas de zonas de costa además de ser un material muy duradero.
  • Impermeabilizantes acrílicos: son muy similares a la pintura de exterior ya que es un impermeabilizante líquido y está formado por resinas sintéticas y fibras de vidrio. Aquí encontramos a los que tienen como base resinas acrílicas.

 

Como se puede comprobar existen muchos tipos de materiales que nos ayudan a proteger nuestras cubiertas y es muy importante conocer tanto estos materiales como las condiciones climáticas de la zona para poder escoger el que mejor se adecúe a nuestras necesidades, por lo que siempre recomendamos que se acuda a un experto que nos pueda asesorar sobre qué tipo de material es el idóneo para nuestra cubierta.

Pasos para tener en buen estado una cubierta en la comunidad de propietarios

El tiempo y las condiciones meteorológicas adversas son las principales causantes del deterioro de las cubiertas en las comunidades de propietarios, por lo que es muy importante realizar acciones correctivas para mantenerlas en buen estado, evitar males mayores y elevados costes de reparación que pueden derivar en una gran derrama para la comunidad.

 

Por tanto debemos estar atentos a las anomalías en las cubiertas de una edificación porque un daño menor puede derivar a la larga en un daño con graves consecuencias para la comunidad de propietarios.

 

Es importante seguir estos consejos para mantener las cubiertas en buen estado:

 

  • Mantener las cubiertas limpias y libres de objetos, no usarlas como almacenes, limpiar hojas, basuras, etc.
  • Evitar estancamientos de agua que den lugar a filtraciones en la estructura.
  • Tener los canalones que recogen el agua de la lluvia, libres de objetos y residuos.
  • Estar alerta ante la aparición de grietas. Si se dan en la superficie de la cubierta se puede reparar con una membrana impermeabilizante o con láminas de elastómero.
  • Si se suceden fenómenos meteorológicos adversos como lluvias fuertes o vientos extremos, conviene revisar las cubiertas.
  • Inspeccionar y revisar mínimo una vez al año la cubierta para hacer un trabajo preventivo.
  • Limpiar las tejas mínimo una vez al año para eliminar mugre, sustancias oxidantes o represiones de agua.
  • Una vez se han realizado actividades en la cubierta (instalación de antenas, aires acondicionados, etc.) es conveniente revisar la cubierta en busca de grietas y otros daños.
  • Comprobar si hay desplazamientos constantes sobre la cubierta ya que nos ayudará a conocer dónde se crean rutas específicas para después poder colocar estructuras adicionales que soporten el tráfico.

 

Podemos hacer dos tipos de mantenimientos:

  1. Preventivo: revisar, ajustar y limpiar tejas, equipos y componentes de la instalación con el fin de prolongar su vida y maximizar su eficiencia.
  2. Correctivo: reparar los daños causados en la cubierta y se clasifican en función de su urgencia ya que pueden ser:
    1. Normal: son acciones planeadas.
    2. Urgente: tienen una alta prioridad.
    3. Muy urgente: cuando son incidencias muy graves que afectan a la operativa de la edificación e implica riesgos.

 

Y en función del tipo de cubierta y del material del que esté compuesta podrán aparecer diferentes problemas:

 

  1. Cubiertas planas→  en función de su acabado:
    1. Acabado en tela asfáltica:
      1. Desprendimientos de solapes, refuerzos y otros puntos en la cubierta
      2. Envejecimiento y deterioro del material
      3. Deterioro del encuentro de la tela asfáltica con los elementos salientes o los sumideros
    2. Acabado en baldosas:
      1. Desprendimiento de baldosas
      2. Hongos por humedades
      3. Deterioro en las juntas de solado
    3. Acabado en grava:
      1. Rotura de la lámina de protección
      2. Pérdida de grava
      3. Hongos por humedades
      4. Desprendimiento de los solapes

 

  1. Cubiertas inclinadas→  en función de su acabado:
    1. Acabado en chapa:
      1. Deterioro de los puntos singulares de la cubierta; como canalones, cumbrera, etc.
      2. Envejecimiento de la tornillería y anclajes
      3. Deterioro de machiembrados y tapajuntas
    2. Acabado en teja:
      1. Deterioro de los puntos singulares de la cubierta como canalones, cumbrera, etc.
      2. Humedades y moho entre tejas o canalones
      3. Desprendimiento o rotura de tejas

 

Otros daños que pueden aparecer en las cubiertas son:

  • Goteras que podrían producir cortocircuitos
  • Humedades que perjudiquen materiales y estructuras
  • Peligros de desprendimientos o derrumbamientos
  • Atascos en zonas de ventilación para la liberación de gases.

 

Tenemos diversos sistemas de reparaciones de cubiertas como las láminas, EPDM, caucho clorado, membranas líquidas, etc.

 

Para conocer cuál es el sistema que mejor se adapta a nuestra cubierta es importante contar con profesionales que nos aconsejen cuál es la mejor opción y puedan realizar el trabajo, tanto preventivo como correctivo. Se deben revisar periódicamente las cubiertas para evitar filtraciones u otros daños que puedan perjudicar tanto la estructura del edificio como a la salud de los habitantes del edificio debido, por ejemplo a la aparición de moho.

tipos de tejado

Tipos de cubiertas

Las cubiertas o también llamadas tejados son los elementos que finalizan la construcción de un edificio, aunque es lo primero que se suele construir después de la cimentación.

La finalidad principal de las cubiertas es, en primer lugar, la protección de las edificaciones ante los agentes externos que pudieran provocar daños y, en segundo lugar, mejorar su apariencia estética.

Un asunto relevante, aparte de los materiales de las cubiertas, es la inclinación. Principalmente podemos mencionar dos tipos de cubiertas de construcción dependiendo de la pendiente: las planas y las inclinadas.

Cubiertas inclinadas

Una cubierta se puede considerar inclinada cuando su pendiente supera el 10%. Los planos inclinados que contiene se llaman faldones. En función del número de vertientes de evacuación del agua de lluvia que tenga la cubierta puede ser a un agua, a dos, a cuatro aguas, con faldones y de pabellón. Los materiales son variables: pizarra, madera, tejas, chillas, paja, metal.tipos de tejado

Cubiertas planas

Cuando la cubierta posee un 3% de inclinación únicamente, se denomina plana. Se trata de la mínima inclinación que debe tener la cubierta para poder evacuar el agua de lluvia.

Existen diversidad de cubiertas planas: invertidas, transitables (azoteas), verdes (con capa de tierra y vegetación) e inundadas (de agua).

 

Aparte de la pendiente, dentro de esas dos categorías se contemplan variaciones de acuerdo a los materiales y formas. Habitualmente se emplean en la fabricación de cubiertas diferentes materiales como: fibrocemento, paneles sándwich, zinc, o chapas de acero galvanizado, entre otros.

Las coberturas asfálticas y opacas más comunes son las plásticas imitando a la teja, asfálticas, tégolas de diferentes diseños y coberturas metálicas.

Los remates que podemos encontrar en los acabados, puede ser: de cumbrera plástica o metálica, faldón lateral en los mismos laterales o terminal lateral de cumbrera.

Las cubiertas para una caseta de jardín, una nave o un taller de trabajo, una pérgola o un aparcamiento pueden ser opacas, translúcidas o transparentes.

Opacas

Las cubiertas opacas consisten en planchas bituminosas, fabricadas a partir de material asfáltico. Son muy resistentes y fáciles de instalar y de gran tamaño. Son flexibles y manejables y se pueden cortar a medida. Existen diferentes ancho de onda.

Tégola

La tégola es asfáltica y está reforzada con fibra de vidrio. El acabado es granulado de diferente color. Se trata de un producto muy resistente al agua y a los cambios de temperatura. Hay modelos de distinto tamaño, ondulados o planos y se solapan unas sobre otras, ya que cada plancha trae un rebaje para su encaje.

Planchas plásticas

Las planchas plásticas imitan a las tejas tradicionales y son una variedad muy utilizada. Algunas tienen incluso un aspecto envejecido. Están fabricadas en material de plástico rígido, son poco pesadas y por ello se manejan bien. Son resistentes a los cambios de temperatura y son muy útiles en tejados inclinados.

Planchas metálicas

Habitualmente tienen forma trapezoidal o forma de teja. Los materiales que las componen suelen ser el acero, zinc, aluminio o el cobre. Su uso es más habitual en techos de garajes y naves. Ofrecen un importante aislamiento frente a las temperaturas extremas, cuentan con un acabado estético y variedad en la gama de colores y son sencillas de limpiar.

Paneles sándwich

Estos paneles incluyen el aislante acústico y térmico. Se les llama panel sándwich porque están compuestos de una capa exterior, el aislamiento en el medio y una plancha decorativa en el interior. Existen en varios colores y acabados, con diverso grosor de la capa de aislamiento.  Presentan diversas formas exteriores con paneles ondulados y planos, con acabado plástico o de aluminio. Son paneles apropiados para naves de ganado o talleres, para grandes pérgolas o aparcamientos.

 

Son numerosas las opciones y sin conocer bien los materiales podemos elegir una opción que por algún motivo no se adecúe al espacio que queremos techar. Para consultar qué tipo de cubierta es la más conveniente para ti, escríbenos.

mantenimiento cubiertas

Consejos para mantener las cubiertas en buen estado en tu comunidad de propietarios

Las cubiertas de los edificios son un elemento imprescindible en las comunidades de propietarios. Al fin y al cabo, se trata de la cobertura física que nos refugia ante lluvias, granizado, nieve, cambios bruscos de temperaturas y otras condiciones climatológicas adversas que podrían afectar directamente a nuestra salud. Tanto es así que el correcto mantenimiento de las cubiertas en tu comunidad de propietarios es crucial.

Hay numerosos motivos por los que resulta conveniente cuidar las cubiertas de los edificios. Entre ellos, prevenir problemas graves de filtraciones de agua, de aislamiento del edificio, para así ahorrar costes derivados de reparaciones mayores.mantenimiento cubiertas

Imagínate lo que puede pasar si desatiendes una avería por desconocimiento o simplemente por no tener en cuenta la importancia del mantenimiento de las cubiertas en tu comunidad de propietarios. Las consecuencias higiénicas, de salud y económicas pueden ser graves. Con el fin de evitar estas situaciones indeseadas, te ofrecemos algunos consejos para mantener las cubiertas en buen estado:

  • Utilizar materiales de calidad. En la instalación, el mantenimiento y las reparaciones de las cubiertas, debe garantizarse la utilización de estructuras y materiales de calidad; con el fin de alargar el tiempo en que volverá a ser necesario llevar a cabo acciones de mantenimiento.
    Las tejas, el caballete, la lima y otras piezas utilizadas en la cubierta deben estar compuestas por materiales resistentes y estar dispuestas con una buena sujeción. Por supuesto, los materiales deben ser seguros e impermeabilizantes, con el fin de no suponer ninguna clase de riesgo para la salud de los residentes.

 

  • Realizar trabajos eficaces. En caso de necesidad de reparación o mantenimiento, conviene optar por profesionales expertos. En ocasiones, nos dejamos recomendar por amistades y acabamos contratando personas que hacen trabajos rápidos y baratos, muchas veces con acabados no profesionales que a largo plazo pasan factura.Cuando contrates a alguien para la instalación, el mantenimiento o la reparación de la cubierta, elige profesionales que ofrezcan una trayectoria y ciertas garantías.
  • Prevenir y hacer un seguimiento. Es recomendable ir revisando en qué momentos del año conviene realizar mantenimientos en el edificio, contactar con los expertos y pedir consejo de forma periódica para asegurar el buen estado de las cubiertas.Estar vigilante del estado de las cubiertas en la comunidad de propietarios permitirá prevenir humedades y otros problemas asociados, a la vez que supondrá un importante ahorro de costes.

Además de estos consejos, es importante cuidar nuestro entorno en general, estar atentos para atender las posibles reparaciones o mantenimientos con rapidez, con el fin de prevenir problemas más graves que puedan llegar en un futuro próximo; así como mantener una actitud de buena vecindad en la comunidad de propietarios.

 

Las cubiertas tienen una larga duración si se han instalado correctamente, no obstante es conveniente revisar su estado periódicamente para detectar posibles anomalías y realizar los ajustes que correspondan antes de que sea tarde. De esta forma, podremos evitar gastos imprevistos y garantizaremos la tranquilidad en la comunidad de propietarios.

 

Si crees que en tu comunidad de vecinos necesitáis ayuda para el mantenimiento de las cubiertas, no dudes en contactar con Cubiertas Sierra, estamos a tu disposición.

Mantenimientos de cubiertas y tejados

Mantenimiento de tejados y cubiertas

Mantenimientos de tejados y cubiertas

Vamos a hablar en esta ocasión de la importancia de hacer un mantenimiento del tejado o cubierta anual, sus ventajas y sus inconvenientes.

Es muy importante que nuestra cubierta o tejado se encuentre en un estado óptimo durante todo el año, quizá más de cara al otoño e invierno donde las inclemencias meteorológicas son más adversas, por lo tanto, tiene un índice mayor de problemas.

Estas adversidades se pueden paliar con una revisión anual y un mantenimiento adecuado del tejado o la cubierta.

¿De qué consta un mantenimiento de un tejado o cubierta?

Para ello podremos reforzar los puntos que se encuentren más debilitados y asegurarnos de que nuestro tejado o cubierta esté óptima para cualquier inclemencia meteorológica.

El mantenimiento general de una cubierta o un tejado cuenta con el saneamiento de todas las tejas, los laterales, caballetes si se necesita su reposición y una aplicación de mortero con fibra de vidrio en general por todo el mortero existente de la cubierta.

También cuidaremos la impermeabilización con acrílicos y polímeros en los puntos donde más se requiera.

En una zona totalmente expuesta a las condiciones climáticas como es una cubierta o un tejado se suelen acumular vegetaciones, suciedad y otra serie de desperdicios.

Todos ello supone un incremento del deterioro de la cubierta y el tejado dando paso a fisuras y filtraciones.

Hemos de prestar especial atención a los canalones y limahoyas ya que cualquier acumulación de material vegetal. restos de tejas, pizarra o mortero que se haya podido desprender del tejado o la cubierta podrá causar un tapón y la no evacuación del agua con las consecuentes filtraciones.

¿cada cuanto se deben hacer los mantenimientos de tejados y pizarras?

Se deben realizar inspecciones periódicas de la cubierta o el tejado.

En ellas hay que verificar que todos los componentes del tejado o la cubierta estén en perfectas condiciones.

El código técnico de edificación (CTE) obliga a que se realicen mantenimientos periódicos entre 1 y 3 años dependiendo de si son:

Limpiezas y correcto funcionamiento de desagües: canalones, sumideros y rebosaderos. En este caso serán anualmente.

Estado de conservación de cubiertas y tejados cada 3 años.

Estado de puntos singulares también cada 3 años.

Como habéis podido leer en este post hacer mantenimientos regulares en tejados y cubiertas aparte de evitarnos males mayores que luego nos afecten más al bolsillo ganaremos en seguridad y en problemas.